El diario filosófico
Me sugirieron que abriera un diario filosófico. He abierto uno, no vaya a ser que se que se produzca en mí de repente una filosofía regular, diaria, habitual, como esa cosa de ir al baño después del café o del cigarro. Es por no sentirme sola. Como el diario visual.
En la página enésima, tras manosear un "duplicado empírico-trascendental", ha entrado Platón interrumpiendo, con su gran rollo de papel higiénico. "Mmmm..." (Siempre dice hum al principio del encuentro.) "¿Tensión te dicen, niña?". Y empieza a hablar. A continuación me toca a mí. Mientras yo hablo él asiente todo el rato. (En el fondo creo que no le he entendido nada.)
Luego se va diciendo que, de momento, con medio Kleenex tenemos todos bastante. Yo sonrío y asiento también.
Más adelante me pillará de nuevo en el baño y volverá igual de risueño. Pero a mí me da que hay días en que se aleja como con pena. También me parece que me hace un poco la pelota. Que ambos nos hacemos un poco la pelota.
4 comments:
El texto me ha perturbado un poco, así que creo que me quedo con la foto :)
está que te cagas
Kleenex, un gran ideólogo de diarreas mentales...
Es una pena, pero el papel higiénico "El elefante", ya no existe, era de lo más duro.
La foto muy chula.
:)
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