Invitación a la Isla

Hoy se desata esa vieja forma, conocida forma, la forma en que apetece no estar. La perra hambrienta a la entrada de su Isla, que todavía se deja ser perra, a su edad...

Pero hoy tenéis que leerla a ella: MUJERES (Desde una Isla Celeste)

(Grecia 2005)

Hoy os habla otra porque yo vengo de vestirme de perra paralítica y de aprender a hacerme la muerta para recoger el premio. Cada imagen, cada palabra, cada muestra de ti que muestro, cada gota de ti que goteo, cada punto de luz, cada trocito de la envoltura que toco por dentro, cada desgaste se suma a la melodía que ella toca. Una melodía que ya estaba en otro sitio mucho antes.

Es cosa de otra contaros más desde fuera, porque desde mi puesto de perra de hoy el amor se me pudre, la piel se me pudre y el hablar(os) se me pudre. Y esa zona del habla podrida de la perra, y la zona de los deseos de la perra, y la delicada membrana, que en el puesto de perra huele tan mal porque no deja la perra de lamerse y morderse como si pudiera o tuviera que eliminarla. Todas las zonas tendrían que oler a otra cosa desde hace mucho tiempo.

El día que la perra me deje en paz,
o me deje hacer,
o me deje hablar,
o me deje ir.

Id y caminad por su ISLA.